Y el Barman pregunta: ¿quién va a pagar la cuenta?
Emprender. ¿De qué se trata? ¿Cambiar el mundo? ¿Hacer plata? ¿Solucionarle un problema a alguien?
Cuando me metí en este rollo de emprender, realmente no tenía idea en que estaba entrando. Me imaginé que armaba una empresa, eso daba plata y yo podía cambiar cosas que no me gustan del mundo (incluido quitarme de encima al jefe) y, como en los cuentos de hadas, vivieron felices y comieron perdices.
En algunas de las cosas de esa imagen tenía razón. En otras, estaba totalmente perdido. Si usted quiere emprender porque da plata, a mi eso no me ha funcionado. Me gasté mi patrimonio, mis ahorros y no recibía sueldo. Lo máximo que me he pagado como emprendedor en cuatro años es 1/8 de lo que me ganaba como empleado antes de empezar en esta vaca loca. Obviamente es una opción que yo soy un inepto para hacer dinero, pero lo que he visto alrededor es que mi caso no es único, ni especial. Es el normal. Si los emprendedores, cuando comienzan, no hacen dinero, entonces ¿quién paga la cuenta?
La cuenta la paga el emprendedor
Emprender si tiene que ver con cambiar el mundo. Si uno no tiene esa motivación, pasión real por lo que hace y deseo de ver una diferencia no se va a aguantar unos meses sin sueldo, que muchas veces es la menor de las preocupaciones. “Obviamente -dirán algunos- la solución es fácil. Levante plata.” Y si, es una solución. Pero así como no hay almuerzo gratis, no hay plata gratis. Su inversionista tiene toda la razón en pedirle resultados. Usted no es tan lindo como para que se la regalen. Que el inversionista colombiano promedio no tenga idea lo que es un riesgo compartido es otra cosa, pero igual los inversionistas buscan rentabilidad. De eso se trata una inversión.
Si usted quiere emprender, sepa que la cuenta la paga usted. A los empleados hay que pagarles, a los proveedores hay que pagarles y eso no se hace con pasión o ideas innovadoras. (Aunque hay por ahí algunos que no dudan en pagarse ellos primero; emprendedor, aceleradora, mentor, etc que funciona en ese esquema, difícilmente es un socio de largo plazo). Sus clientes quieren resultados y por eso pagan. Sus inversionistas lo mismo.
Para emprender hay que solucionarle algo a alguien que pague por ello. En todo tipo de emprendimientos. Si usted quiere reinvertir las ganancias en una población o embolsillarselas es su decisión, pero igual tiene que ser sostenible. Emprender sin ánimo de lucro no es emprender con ánimo de pobre, y emprender por cambiar el mundo no es emprender destruyendo el mundo propio. Así que, si va a emprender, prepárese para pagar las cuentas, pagarle a todos, y depronto no pagarse usted. Porque esta vaina es dura, interesante y chévere, pero al final, como en una salida con muchos a celebrar su cumpleaños, si usted no tiene cuidado, a usted le traen la cuenta.
Carlos Rozo decidió hace unos años abandonar su carrera corporativa para hacer realidad su idea de cambiar el mundo. Y escogió el emprendimiento de base tecnológica, la mejor y peor decisión de su vida. ¿Porqué? Lean y lo descubrirán.
“Un emprendedor, un desarrollador y un diseñador entran a un bar..” es una serie de ensayos escritos por tres personas que ven el emprendimiento como una decisión de vida y desean compartir su experiencia de primera mano, exponiendo diferentes perspectivas, con el fin de ilustrar el mundo del emprendimiento digital y sus matices. Encuentre la serie completa aquí y también las respuestas a esta pregunta desde la perspectiva de:
