Evaluación educativa (parte 2), ¿qué variables?

Gentilmente
5 min readNov 16, 2017

--

La evaluación nos atraviesa y nos define. Dicen que uno evalúa todo el tiempo sobre todos los datos que recibimos mediante nuestro sistema sensorial, así vamos determinando con mayor o menor precisión los eventos futuros en función de nuestras acciones. Pensamos si estadísticamente un evento tiene mas probabilidades de ocurrir que otro y con la meta bien definida en mente, tomamos decisiones.
Evaluar forma parte de la maquinaria cognitiva, aunque seguimos buscando conocer los mecanismos en detalle, es natural para nosotros comparar, contrastar, sopesar, medir y generar conclusiones.
Si hablamos de llevar adelante, por ejemplo, una estratégia de cambio organizacional, modificar una cultura institucional, hacerla mas dinámica, mas responsable, mas hábil en sus respuestas, también es preciso pasar por estos procesos, comparar, contrastar, sopesar, medir y generar conclusiones. Imaginemos su implementación y la evaluación de su progreso, hacer cambios y ajustes hasta tener resultados aceptables que se van consensuando. No alcanza con un diseño previo que pretenda recorrer todas las aristas olvidando a las personas que harán finalmente las tareas. Por lo tanto entre todos hay que errar pronto y aprender rápido.
Determinar algunos puntos claves y…

A darle átomos!!

No se puede mejorar lo que no se puede medir, cuando evaluamos medimos, por ejemplo, un nivel de dominio sobre un tema o habilidad. Otro ejemplo es medir mis logros sociales, indispensables para algunas culturas. O medir cuánto fuego necesita un proceso de cocción. La evaluación tiene como primer tiempo la medición. Tampoco es sensato una medición sin estándares, sin una unidad de medida. ¿cuál sería esta unidad? ¿qué abarca? ¿Un rango de NADA a TODO? ¿se puede saber TODO? ¿y MUCHO, cuánto es mucho?

Al auto evaluarnos tenemos a disposición una cantidad de datos e información que nos ayuda. Con estándar o sin él, conocemos y tenemos control en todas las etapas. Si tenemos desarrollado esto. Tenemos mejores opciones para tomar decisiones adecuadas.
Pero evaluar a otros no funciona del mismo modo. Menos cuando la información no está disponible, menos cuando es masiva. 1 a 1 permite preguntar y recibir respuestas que vayan aportando datos. Pero un sistema educativo solo puede apoyarse en las estadísticas. La personalización te la debo.
No se puede comprender el impacto de una política educativa si no podemos evaluar midiendo determinados resultados. Esos resultados son expectativas de logro diseñadas con el apoyo de esas estadísticas, lo que tenemos a mano como herramienta para preguntar y escuchar. Caminemos sobre este piso de consenso sostenido por los postulados acordados. Teniendo eso en cuenta creo que estamos todos de acuerdo. Hay que medir y evaluar. Sin embargo cuando implementamos un proceso nuevo sin la colaboración de los actores…

destrucción masiva

Nada sale como imaginamos y mucha gente sale mal herida de ese proceso, tal como veíamos en la (Parte 1).

⚠️🚸 Cuidado con lo que se implementa en educación sin consenso ni participación colectiva. 😉🙌🤝

Terminando mi carrera de programador hubo un descontento con los que venían siendo mis compañeros de estudio. Nos culpábamos mutuamente de no lograr los cometidos, de no cooperar. Sucumbimos por la presión y rompimos el grupo. En ese conflicto había un problema a resolver, un desafío. Justo los que nos pedía el docente. Pensamos una app que nos permitiera decirle a nuestros compañeros las actitudes que no nos gustaban o que festejábamos, un espacio para expresarse, de manera nerd 🤓. Un panel que mostrara lo que el equipo en su conjunto opina de uno y viceversa, qué opina uno de los demás, de manera anónima, para evitar enfrentamientos personales pero promoviendo enfrentamientos con nuestras propias limitaciones interpersonales. Un historial de opiniones sobre la labor en el día. Era una idea con mucho para discutir. Pero no en ese ni en este momento…
Debía haber un estándar de evaluación, si cada uno dice lo primero que se le ocurre o deja salir lo emocional hacia un compañero sería super difícil clasificar esos comentarios y generar gráficos estadísticos. Hacía falta tener un rango de medidas para ir volcando valores de algunas variables.

Pero ¿cuáles?

Indagando encontré a mi sorpresa un vergel de opciones, que si las inteligencias múltiples de Gardner, que rúbricas estandarizadas, que evaluaciones 360, que metodologías ágiles, que encuestas de opinión y satisfacción… uf!
La fecha de entrega se acercaba sin contemplaciones.
[“aportó 😎”, “no aportó 😢”, “aportó pero no sirvió 😤”, “molestó 🤬”].
Quería mantenerlo simple porque si no ¿quién querría usar esta app?.
Mi “argumento de venta” era que en función de si ese equipo lograba llegar a tiempo con las entregas y era considerado un buen ejemplo dentro de la cultura de la empresa, había que intentar reproducirlo, hacer que mas equipos tuvieran determinadas características que hacían de éste un modelo replicable. ¿Cómo? mirando el panel, tal vez alguien que tiene muchos “molesta” pero “aporta” eran la clave. En fin, investigación que dejaríamos a posterior análisis. Era un trabajo final para la facu. Un intento. Una idea con mas inconvenientes éticos y psicológicos que técnicos.

Esa experiencia me dejó motivado a seguir indagando.

¿cuales serían las variables que hay que evaluar?¿cuántas?¿qué medida usar?¿cómo mantenerlo simple?¿finalmente entregará información sobre cómo mejorar? ¿son perfiles psicológicos?¿cuántos hay? ¿? ¿? ¿?^1000

Como estudiante y como docente siempre me pareció sumamente arbitraria la manera de evaluar que se utiliza mayormente hoy. Porque pretende objetividad y es subjetividad en estado de pureza. La famosa “nota concepto” puede dar vuelta un resultado en función de la relación docente-estudiante. Algún conflicto o diferencia de criterios entre ambos implica casi con seguridad una demostración de la asimetría que proporcionan las relaciones de poder.
Intentar hacer un seguimiento detallado de los progresos académicos de los alumnos es un trabajo extra de tremenda dificultad que generalmente se hace fuera del contexto habitual, el aula, basándose en recuerdos, en sensaciones, en lo residual de las vivencias con éstos, muy difícilmente en datos duros o registros de observación. Hacemos un mix de notas de parciales y nota concepto. Mal que mal funciona.
Pues no, para docentes podría ser que funcione pero para les alumnes no. NO ayuda en nada. No agrega ningún valor a la experiencia de aprendizaje, que sin criterios específicos y conocidos, se le asigne una etiqueta calificadora que no viene acompañada con la asistencia para modificarla. El estudiante no cuenta aquí. Ya tuvo su oportunidad y así es la vida.

¿qué tal si intentamos darle a los estudiantes 2 minutos reloj de nuestro tiempo de aula, no en una, sino en TODAS las clases? Hablamos de su estrategia, de cómo se ve introspectivamente, cómo trabaja su meta-cognición, cómo se auto evalúa, se auto regula. Y básicamente ¿cómo puedo yo docente ponerme al servicio de todo este proceso?

Pués de aquella app de mi facultad, surgió construir una herramienta que nos ayude a docentes, alumnos y familias a ir evaluando mas a menudo el proceso para mejorar nuestro aprendizaje o nuestras habilidades teniendo en cuenta todo esto. Pero nuevas piedras aparecieron en el camino…

En la próxima te sigo contando hasta dónde llegamos y qué falta hacer aún.

🤓

--

--

Gentilmente

Curioso, crítico, acompañante, aprendiz de ser útil a la causa medio ambiental, es nuestra única casa.