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El 2008 fue un año que marcó la era de grandes avances tecnológicos, en el que las cosas conectadas a través de Internet realmente superaron la población mundial. Hoy vivimos en un mundo en el que todo ha sido sustancialmente actualizado. Hoy todo se construye con tecnología: teléfonos inteligentes, televisores inteligentes, relojes inteligentes, automóviles inteligentes, estos son solo algunos ejemplos.
Internet de las Cosas es una de las últimas novedades en el mundo de la tecnología. Desafiamos lo imposible e inventamos cosas que las generaciones anteriores creían inalcanzables. La tecnología se integró en nuestro estilo de vida y ha transformado la manera en la que vivimos y trabajamos.
Internet de las Cosas (IoT) es un término que se utiliza para hacer referencia a dispositivos de nuestro día a día que están conectados a Internet. Un ejemplo fácil de entender es la capacidad para reproducir contenido multimedia online a través de dispositivos conectados, tales como Apple TV y Roku, lo cual facilita que se hagan maratones de series como Orange is the new Black y así, eliminar por completo las colecciones en DVDs. Eso es solo el comienzo, también es posible tener casas inteligentes como la de Tony Stark en la película Iron Man, en las que la máquina de café, las luces, el refrigerador, los tachos de basura e incluso las mascotas pueden ser parte de IoT.
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Tanto los smartphones como Internet de las Cosas revolucionaron la manera en la que las personas interactúan entre sí, consumen, producen y viven. El progreso de IoT es increíble, dio pasos mucho más largos hacia el futuro que la tecnología de los smartphones, conectando y haciendo todo inteligente. Se predice que para el año 2020 habrá 100 veces más dispositivos conectados que computadoras personales.
Los invito a ver esta presentación realizada por Hax sobre las tendencias 2015. Allí van a ver cómo aumenta el dinero invertido por Venture Capitals en proyectos IoT, al igual que las seed rounds, y como resultado verán que cada vez es más el apoyo que reciben los emprendimientos de IoT y hardware en sus primeros pasos. La venta de plataformas de prototipado y de educación, tales como Raspberry Pi están creciendo exponencialmente. Cada vez son más los espacios de trabajo, las aceleradoras y los talleres tecnológicos.
Para poder responder a esta demanda y apoyar a las startups de IoT, YC, la aceleradora número uno del mundo, se asoció con Bolt. Esto muestra un avance y es parte de un cambio que facilitará el desarrollo de las startups de hardware.
Las empresas más importantes de la industria también están pensando en IoT: IBM gastó $ 3000 millones en Internet de las Cosas, Cisco Investments cuenta con 80 inversiones activas en empresas de IoT y se comprometió a invertir más de $ 300 millones durante los próximos años para ampliar su portafolio. Google anunció el lanzamiento de Brillo OS y del protocolo Weave para IoT, además de dar a conocer el Proyecto Soli y el Proyecto Jacquard, dos de los proyectos de IoT más innovadores que conozco.
En Wolox hemos trabajado con 6 startups de IoT, 5 de las cuales fueron aceleradas por Hax y 4 que recibieron otro tipo de inversión. Hace ya ocho meses, creamos una nueva unidad de negocio de IoT. Podría decirse que contamos con la experiencia que faltaba en Argentina.
Últimamente, hemos observado un gran fenómeno en Buenos Aires. Algunas de las historias de éxito incluyen a BlueSmart que recaudó más de 2 millones de dólares en Indiegogo el año pasado, GiBike que recibió 1 millón de dólares de Incutex hace un par de meses y Syrmo que fue acelerada por Hax y consiguió 150 mil dólares de SOS Ventures.
También tuvimos en 2015 el primer concurso de IoT liderado por el GCBA, la primera conferencia y encuentro en el ITBA y el primer hackatón con temática startup, por supuesto sobre IoT.
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La pregunta a responder es: ¿hacia dónde va Internet de las Cosas? ¿Cuál será el próximo “mejor” dispositivo de IoT? Sobre este tema personalmente pienso que IoT tiene el poder de verdaderamente revolucionar algunos campos como la agricultura o el consumo energético, pero algo incluso más grande podría ocurrir si cambiáramos la manera en que la gente consume.
IoT (y otras tecnologías como los bitcoins) podrían ser la respuesta a la obsolescencia programada. Imaginemos si pudiéramos empezar a ganar dinero con modelos de negocio innovadores y cambiar la forma en que se consumen muchas cosas. Poniendo sensores en objetos de uso cotidiano se podría empezar a cobrar a la gente por la hora exacta de uso y no por el objeto en sí. Incluso las empresas podrían comenzar a pensar en fabricar objetos duraderos.
Si desean saber más acerca de la creación de un emprendimiento de IoT, les recomiendo leer este artículo escrito por Bolt, una de los mejores guías sobre Internet de las Cosas.
Escrito por Luciana Reznik (luciana.reznik@wolox.com.ar)
