English version available here.
Como siempre dicen, los padres no nacen siendo padres, aprenden a serlo una vez que lo viven. Ellos aprenden a volcar todo su conocimiento, valores y experiencias en sus hijos a través de juegos, anécdotas o simplemente, charlando. Este legado, por más pequeño que parezca, es un conjunto de herramientas que nos pueden ser muy útiles en la vida.
Tengo un recuerdo recurrente que se reproduce en mi mente en cada momento de reflexión. Las imágenes son muy claras, mi mamá sosteniendo un lápiz perpendicular a mi cara me preguntaba qué veía. Así comenzó un juego que derivaría en una enseñanza muy importante para mi.
¿Cuán fácil puede ser responder acerca de lo que uno ve superficialmente? Fue fácil, yo dije “la mina afilada de un lápiz negro y muy puntiaguda”. La siguiente pregunta fue “y yo, ¿qué veo?”. Otra respuesta obvia, “un lápiz negro con la punta muy afilada”.
Post relacionado: 4 Patrones Repetidos en Familias Emprendedoras
Nuevamente, mi mamá me hace la misma pregunta, pero esta vez, refiriéndose a mi hermana, “y Luly, ¿qué ve?” Ya para ese entonces, yo sentía que me estaba cargando y respondí muy molesto, “un lápiz negro con la punta muy afinada”.
Le había demostrado a mi madre lo que ella quería: mi incapacidad para mirar más allá de lo que estaba enfrente mío en ese momento. Con el típico tonito de docente que hizo que su alumno pise el palito, me explicó, “Luly no puede ver que la punta esta muy afilada. ¿Eso la hace menos inteligente? ¿Eso la hace menos capaz? ¡No! Simplemente tiene otro punto de vista”.
Difícilmente uno puede tener una visión completa de un hecho, de un objeto o de lo que sea, en un momento determinado. Y, yo creo que lo que más nos enriquece es poder escuchar y entender el porqué de la percepción que puede tener el otro.
Véase también: Emprender en bandada
Escuchar puntos de vista distintos a los nuestros, sin prejuicios, sin pre-conceptos es tan enriquecedor como complicado. En esa misma proporción aumenta la dificultad cuando lo que intentamos es pararnos en los zapatos del otro y no solo escuchar, sino que también entender por qué llegó a tener ese punto de vista.
Es así que hoy, yo entiendo que cada asunto del que se pueda hablar, se compone de un conjunto de visiones y opiniones. Es como un prisma, puede tener tantas perspectivas como ángulos desde donde se lo mire. Algunas serán muy similares, otras muy diferentes. Lo importante es reconocer que existen todas ellas, aunque uno no las pueda ver.
Seguida a esta lección, viene a mi mente otro recuerdo que también involucra a mi madre, a mi hermana, un juego y una enseñanza… Pero creo que va a ser mejor que lo dejemos para el próximo post.
Escrito por Santiago Bermúdez Baglietto (santiago.baglietto@wolox.com.ar)
