30 días, 30 artículos
Siempre me ha gustado escribir, y he tenido muchísimos blogs a lo largo de los años. Conocí Medium en 2015 y desde entonces publico aquí de tanto en tanto, cuando llega la inspiración.
Pero a finales de mayo decidí que ya era tiempo de dedicarme a escribir aquí con más regularidad. ¿Cómo lo lograría? Con un reto, obviamente. Decidí que publicaría 30 artículos en 30 días.
Este es el último de ellos.
Aquí algunas de las cosas que aprendí en el último mes:
1) Aprendí que sí se puede.
Primero que nada, aprendí que es posible publicar en Medium regularmente durante un periodo largo de tiempo. Incluso siendo mamá, esposa, trabajando, y sirviendo en la iglesia.
Obviamente, escribir significa decir “no” a otras cosas; significa dedicar tiempo a sentarse y teclear prácticamente todos los días; significa sentirse bloqueada y aún así seguir adelante. Pero de que se puede, se puede.
2) Aprendí que la inspiración es valiosa pero no indispensable:
Hubo días en los que programé hasta 3 artículos. Las palabras fluían; escribir parecía lo más sencillo del mundo. Otros días ni siquiera quería acercarme a la computadora. Y en otras ocasiones hasta se me olvidó completamente que tenía que sentarme a escribir.
Gracias a que tuve algunos momentos “extra productivos” pude darme la libertad de no escribir algunos días, pero en general tuve que sentarme incluso cuando no tenía nada de ganas y seguir trabajando.
3) Aprendí que necesito una estrategia:
¿Cuántas veces nos hemos puesto un objetivo para simplemente olvidarlo al día siguiente? Para escribir 30 artículos en 30 días tuve que hacer un plan. ¿Cuándo escribiría? ¿Qué tanto escribiría? ¿Dónde guardaría las ideas para artículos? Conocer esos detalles hizo que el trabajo fuera mucho más sencillo.
4) Aprendí que, si quiero ofrecer algo bueno, tengo que alimentarme mejor:
Hubo días en los que no tenía ni idea de qué escribir. Pasaba un buen rato frente a la página en blanco sin poder avanzar. Pero me di cuenta de que las cosas cambiaban rápidamente si me detenía a alimentarme con las palabras e ideas de alguien más.
5) Aprendí que terminado es mejor que perfecto:
No esperaba que ninguno los 30 artículos fuera una obra de arte ni nada por el estilo. Y si la idea hubiera sido publicar 30 notas perfectas en 30 días, no estuviéramos aquí. Cuando escribo quiero dar lo mejor, pero siempre consciente de que, si lo que intento alcanzar es la perfección, nunca conseguiré nada.
6) Aprendí que no quiero seguir publicando todos los días:
Aunque este fue un excelente ejercicio y me alegra haberlo hecho, no quiero continuar con este ritmo de publicación. No es imposible seguir (muchas personas bloguean diario), pero me di cuenta de que quiero escribir algunos artículos que requieren más tiempo para investigar y escribir.
Y ahora, ¿qué sigue?
Quiero seguir escribiendo aquí con regularidad. Me gusta la idea de compartir notas breves, pero también me dedicaré a trabajar artículos un poco más elaborados, en particular de asuntos de ciencia y productividad. Por supuesto, la lectura seguirá siendo tema central para este blog.
Si me acompañaste hasta aquí, gracias. Tu tiempo es valioso y me alegra mucho que hayas decidido compartirlo conmigo.
¡Nos vemos pronto (pero mañana no)!
