No estaba sorprendida con el Vaticano. Tampoco con el Coliseo. Mi mamá estaba sólo obsesionada con una cosa de Roma: sus caldarrostai. Había uno en Piazza Spagna…
Ofelia, mi (tía) abuela, prefería las Titas. Semanalmente se compraba arsenales de Titas que guardaba en cajones de cómodas, placares y mesitas de luz. Y…