#Chau2020

Insólito es la palabra que se me ocurre para describir este año. Quizás porque es una palabra que no tiene peso negativo ni positivo, o mejor dicho, contiene un poco de los dos.

Enumerar lo malo del año sería demasiado obvio y reiterativo porque todos pasamos la misma pandemia mundial con encierros, distancias y angustias similares. Ni hablar de quienes perdieron gente querida en el camino.

En lo personal mi cuarentena tuvo (y tiene) muchos períodos distintos, algunos muy enérgicos y productivos y otros más estáticos y letárgicos. Trato de no juzgarme, T R A T O. No siempre lo logro. Si hago mucho, poco o regular siempre está mi superyo acotando algo que me haga sobreanalizar lo vivido.

No me puedo quejar, tuve salud trabajo y un poco de amor. Lo de “un poco” creo que fue por decisión propia, “un poco” porque me sentí acompañada y entusiasmada por estar conociendo a Manuel en este extraño contexto, pero también “un poco” porque la pasamos bien pero no es un vínculo con fuegos artificiales o grandes carcajadas cómplices. Quizás solo estemos a tono con el año en general y permanecer tenga un valor destacado en estos tiempos.

Lo más importante para mí es que mi relación con él no me genera grandes conflictos internos. La vivo como siento y como puedo y él parece estar en la misma sintonía. Estamos presentes en tiempos de tanta ausencia.

Sí pensé y pienso mucho en este blog, en la comunidad hermosa que sigue mis historias desde hace tantos años y en lo mucho que me costó darle continuidad este 2020 y la culpa que eso me generó. Cambié mucho en estos años y en gran parte fue gracias a publicar lo que me pasa y recibir taaaaaantos comentarios constructivos y emotivos de parte de ustedes. Comentarios que me hacen ver lo que vivo desde distintas perspectivas y nada mejor que las miradas múltiples, siempre que vengan desde el amor y las ganas de compartir.

No tengo idea qué nos deparará el 2021 pero deseo que no tengamos que vivir con miedo a enfermarnos, que necesitemos menos barbijos, los abrazos se multipliquen y, sobre todo, que no perdamos las ganas de ser y estar mejor.

¡Felices fiestas para tod@s!

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Soy Vera y publico esta y otras historias en mi blog El Juego del Paquete. Te invito a leerlas desde el comienzo, aquí.