los dedos adoloridos de caminar en puntas de piepor mi propio infierno, restringidx pormis propias paredes, mi propio cuerpo convertido en cárcel y en bomba
y acá estoy, seriamente considerando que la redención está en someterme al poder de un otro que se anime a ser conmigo todo lo cruel posible. que pueda cogerme hasta las lágrimas y pegarme hasta que me queden las marcas. alguien que puede agarrarme del cuello y escupirme como si fuera un cacho de carne, alguien que…
cae inconmensurable la angustia sobre mí
muerohabito los cuartos fantasmagóricami presencia no es más
muero, una y otra vezdeshecha entre lágrimasy palabras mudas
Hay una canción que dice que el amor es el suicidio. Alguna vez dije que el amor no era otra cosa que el placer del aire entrándote en los pulmones cuando estabas con alguien, algo que flotaba entre dos cuerpos que emanaban un cariño inigualable, el impulso incontrolable de estar cerca e ir lejos. Hoy no sé de qué…
un día de estos me voy a romper en pedazos,el tiempo siempre gana.
me convertiré en restos esparcidos entre las piedras y el metal,y de mis pedazos brotarán todas y cada unalas lágrimas que aprendí a tragar.
escribo y escupo hoy que me siento completamente incapaz, hoy que si pudiera salir al balcón a gritar hasta escupir mis pulmones, lo haría. es hoy, el punto más alto y violento de mi dolor egoísta y sofocante. yo, yo soy egoísta y sofocante. si tan solo pudiera dejarme caer al abismo, a veces pienso. ante el menor…
Quise borrarla de un trago. La postura me había arruinado la columna vertebral, tenía el pelo sucio y seco, las piernas adormecidas por no moverme durante horas. Me había paralizado, el tiempo había dejado de avanzar y los minutos eran cada vez más largos. Afuera la vida seguía, la gente pasaba por mi…
qué hacer cuando las palabras quedan trabadas en la garganta, cuando nada fluye ni brota. de pronto me encuentro hablando en un lenguaje que nadie parece entender, no obtengo respuesta alguna. solo queda el pánico y el dolor, paralizantes. todos asienten con la cabeza, pero nadie me…
el corazón me pesa en el pecho como si fuera una piedra y, llena de agujeros, camino sin rumbo entre la oscuridad, debatiéndome el derecho a irme, a guardar silencio para siempre. quizás después irrumpo a los gritos, de repente, con un llanto demoledor y la desconsolada necesidad de escupir mis verdades, aunque…
los susurros de mi corazón y mi eterno abismo de dolor
el peso inmenso de los díassobre mi cuerpocarente de poder