Caminando en Bangkok (II)

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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5 min readJun 3, 2024

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True Digital Park, Bangkok. Marzo 2023.

“La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene”.

Thomas Hardy, novelista y poeta inglés.

Primera parte aquí.

5 de la tarde de un martes. Luego de haber trabajado durante el día y no tener reuniones durante la noche, decidí salir.

El día anterior había llegado de mi primera boda en Tailandia. Me encontraba inspirado por todo lo que ocurría a mi alrededor, pero también pensativo por lo que se podía venir.

Cogí lo de siempre: audífonos, celular, un tote bag con agua saborizada y a caminar.

Ya iban 2 meses desde que estaba en Tailandia. Me comenzaba a conectar con la ciudad. Todo a mi alrededor me gustaba: desde la sonrisa de personas extrañas que me veían hasta los rascacielos que por ahí aparecían.

Tenía que caminar menos de 10 minutos antes de llegar a la estación Ramkhamhaeng, aquella que incluso te lleva directamente al aeropuerto. Al llegar, siempre me recibían varias motos estacionadas afuera.

Tenía solo que ir una estación hasta Makkasan, y ahí conectarme con el MRT que me llevaría hasta Sukhumvit.

Ahí debería cambiar de línea para llegar a Punnawithi. Desde ahí, decidí caminar y explorar la zona. Había leído que era genial, especialmente porque había una zona para startups. Hacía calor, pero los walkway en Bangkok están muy bien conectados con las estaciones y centros comerciales, por lo que realmente te permiten caminar por muchas horas.

Mientras caminaba, disfrutaba ver cómo las personas iban y venían, vestidas con ropa de trabajo o deportiva. Mayores y menores. ¿A dónde iban?, ¿estarían felices?, ¿qué habrán hecho ese día? Preguntas que, mientras caminaba, me hacía.

Incluso veía extranjeros caminar por ahí. ¿Estarán trabajando remoto? Subí el volumen de la música de Spotify para liberar neurotransmisores que me permitieran estar más feliz.

Menos de 10 minutos más tarde, había llegado a mi destino: True Digital Park, el ecosistema de startups de Bangkok. Estaba curioso por saber qué había por ahí.

Más que palabras, mejor disfruten estas imágenes para conocer de qué trataba el lugar:

Básicamente, me inspiré por la tecnología usada en cada lugar. Desde los restaurantes, las comodidades para que personas externas trabajen ahí, las exposiciones de arte e incluso la naturaleza. Realmente era un ecosistema.

Había un puente que llamaba mi atención; veía a personas caminar y correr. Intenté por algo de media hora lograr llegar, pero no lo logré. Parecía que era un acceso restringido para los que hacían ejercicio por ahí. Aunque sentía que había una vía de libre acceso, tenía que ir por otro camino.

Finalmente, me senté a apreciar toda la estructura y pensar en los siguientes pasos: a dónde iba, qué haría, con quién, cómo lo haría. Ese entorno generó más ganas en mí de hacer empresa, sobre todo tecnológica. Aquella oportunidad que me permita crear lo que sea con mi laptop, ayudar a otras personas y darme la libertad financiera de seguir conociendo personas con otras perspectivas.

Decidí comer para recargar energías y continuar.

Luego de comer y por lo inspirado que estaba, decidí caminar mucho más sin tomar el tren. Directo hasta la estación Sukhumvit.

En el camino, iba coordinando por Instagram la siguiente exploración por la ciudad. Sin saberlo, volvería a estar por ahí en menos de 24 horas, y esta vez, me darían una perspectiva más sobre la vida. Quedará para otra historia.

Continuará…

“De dónde venimos no significa nada. Hacia dónde vamos y lo que hacemos para llegar allí, es lo que nos dice qué somos”.

Joyce Carol Oates, escritora norteamericana.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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