Inmensidad.

Al abrir mis ojos vi los tuyos mirándome fijamente, tus pupilas estaban dilatadas, irradiabas un sentimiento extraño, mi estómago estaba…

SALTAR.

El espacio que nos damos en estos días, el espacio que recorre nuestras distancias, el espacio que existe entre nuestras miradas, el espacio que damos al resto, espacio amado y poco valorado.

La energía que ronda nuestra alma, energía que emana nuestro cuerpo, energía del amor en formas…

Amar

Te advertí tantas veces que no podía enamorarme de nadie, que jamás aprendí a amar si no era con todo el corazón. Te pedí tantas veces que no me dañaras, que te alejaras, que no hicieras que mi corazón continuará sufriendo como lo había hecho tantas veces. Aprendiste a conocerme, aprendiste que me desvivo por el…

Soltar

Implicancias de una vida que nos mantiene atados a las personas, incluso a aquellas personas que nos dañan, de las que estamos seguros que no…

El intento

Recuerdo tu aliento en mi oído susurrando palabras incomprensibles -tal vez demasiado comprensibles para mi lenguaje- tu mano posándose en mi cara, tratando de acariciarme, mientras mi cuerpo se tensaba ante el roce de otra piel. Nunca fui una mujer normal, siempre pedí más, más de lo que incluso cualquiera…

Desborde.

Cuando la soledad irrumpa en tus sueños estarás rogando por una mano que te alce del hastío, pero mis manos llenas de llagas te mancharan de sangre, sentirás las espinas incrustándose en tu conciencia, veras mis ojos negros como dos puntos en tu interior, tu sentir se dormirá, tu inocencia perdida brotará y…

Universo

Tu conciencia sucia gritando mi nombre, ya no de la misma manera, ahora escucho llanto, ahora escucho temor. Tus ojos en mi penumbra muestran lagrimas, mis manos con llagas tratan de secarlas, pero ya no existen, ahora desaparecen entre la niebla de la noche. Hay un cosquilleo en tu conciencia -estoy listo-, pero me he desvanecido en el putrefacto aroma del universo.

Lo miraba. fijamente a sus ojos verdes, eran 2 centímetros que separaban sus bocas, sus respiraciones entrecortadas no dejaban emitir palabra alguna. Él se acercó y beso su nariz, ella se acercó y besó su mentón, y volvieron a la posición original, donde sus pupilas parecían penetrarse en un profundo silencio, como creyendo leer sus almas. No existía…

Pescado rabioso.

Desatormentándonos.

Llegaste.

El día que llegaste hacia un frío que calaba los huesos, el sol iluminaba débilmente el planeta tierra y existían muy pocas nubes que…