Por un acercamiento ciudadano a las neurociencias

Eliana Papávero
Maker Movement
Published in
5 min readSep 8, 2014

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Muchas veces la mejor manera de acercarnos al conocimiento científico, incluso en un ámbito formal, es a través de la educación informal inspirada en el aprender haciendo. En este artículo continúo explorando la relación entre la enseñanza de la ciencia y la cultura del hacer.

Primera parte: “Por una Neurociencia DIY”

La importancia que tiene para mí hacer un taller de Neurociencias DIY viene de la mano de la forma en que se abordan las neurociencias en general que, en mi opinión, es pobre si uno quiere que la gente se interese en el tema.

Raras veces uno encuentra un buen despliegue de temas relacionados a las Neurociencias en ámbitos educativos y muchas veces las revistas de divulgación científica no tienden a invitar al público en general a querer saber más, y si uno tiene la suerte de saber de qué se trata, prácticamente la única forma de llegar a sumergirse en el tema es estudiando una carrera relacionada.

A diferencia de otros campos de ciencia, las neurociencias pueden ser abordadas desde muchos puntos, ya sea la computación, o la biología, pasando por la filosofía, la física o la psicología, lo que hace que uno tenga más alternativas académicas de sumergirse en el campo. Aun así el ámbito académico parece ser la única forma de acceso. Un camino largo y engorroso.

Actualmente existen científicos que proponen hacer las neurociencias accesibles al público en general, generando contenidos sobre temas puntuales explicando las bases neurocientíficas de situaciones de la vida cotidiana donde la gente puede sentirse identificada, para de esta manera, aprender a través de la lectura algunas cosas del campo. Pero se sigue manteniendo la misma distancia.

Foto de “Neurocomic”. Una novela grafica sobre neurosciencias ilustrada por Mateo Farinella

No se puede, aún así,caer en la exageración de decir que el ámbito académico es innecesario, pero, desde mi propia experiencia tanto en el ámbito de la docencia como de la investigación e incluso viendo la práctica clínica, el ámbito neurocientífico se aísla en demasía y no se busca fomentar el aprendizaje en Neurociencias.

Los objetivos en cada área son distintos, pero es aquí donde mi propuesta cobra sentido. La idea es generar no solo un espacio de aprendizaje y acercamiento al campo sino también mostrar lo hermoso que es saber de Neurociencia.

Un docente me comentó una vez que el problema con los estudiantes que no aprobaban los exámenes era porque no tenían interés en estudiar y rendían mal porque no leían. Si esto fuera cierto, deberíamos preocuparnos seriamente como docentes. Porque asumir tal afirmación como cierta es asumir que estamos haciendo nuestra labor erróneamente. Si alguien no se interesa por el tema, nuestra tarea no es bajar el nivel en el ámbito académico, o realizar exámenes de más dificultad. Nuestra misión es encontrar, ya sea generando herramientas o contenidos, una forma de mostrarle a los alumnos por qué deberían interesarse en ese tema. Darles razones y sentido a su interés.

Es imposible que alguien se interese en algo que le es desconocido, peor aún si su entorno no se esfuerza en demostrar por qué debería ser de su interés. Por ello no podemos exigirles a nuestros alumnos que se interesen por las Neurociencias si no les mostramos lo que eso significa más allá de lo que pueden encontrar en un libro. Un libro nos abre las puertas, pero no nos permite involucrarnos, y experimentar lo que verdaderamente significan las neurociencias.

Mi mayor motivación surgió de enseñar Neurofisiología en la Facultad de Medicina de la UBA. Ver una parte de los docentes, muchos de ellos investigadores del campo, no lograr esforzarse por mostrarles a sus alumnos lo maravilloso que puede resultar aprender sobre Neurociencia. Incluso ir más allá y dedicarse a ello. Otros docentes, ya se por carencia de tiempo o recursos no encontraban la manera de hacerlo. Unos pocos, con los que logré involucrarme, decidieron hacer algo al respecto y generar ese espacio para que los alumnos puedan ver más allá de un libro. Aprender más al experimentar con herramientas que se usan habitualmente en investigación. A pesar de esto, los bajos recursos y el poco tiempo de docencia con el que se cuenta representan un obstáculo para lograr lo que se espera.

Es así cómo emerge esta propuesta. El objetivo es hacer que las personas se interesen por las neurociencias, haciendo cosas, creando y fomentando la parte experimental.

Casco de Electroencefalograma Open source — Imagen por Waag Society (CC-BY-2.0)

Estaba consciente de que en el ámbito donde me desenvolvía las probabilidades de que se apliquen las ideas en las que me sumergía eran bajas. Pero, en cierto punto, eso fue lo más interesante. Saber que la Facultad y, puntualmente, el espacio de docencia no sería el ámbito donde se podría llevar a cabo lo que proponía es mi mayor motivación para hacer a las Neurociencias más accesibles a todos y dejar el hermetismo académico atrás.

A pesar de la desesperanza que puede generar esto, no me evade la ventaja de partir de un ámbito académico. Este me ofreció las herramientas para que pudiera reconciliar los conocimientos teóricos que adquirí con el desenvolvimiento que me ofreció la docencia. Aprendí a explicar, a cuestionar, a fomentar la curiosidad. Aprendí a trabajar en grupo y a compartir ideas. Me estimuló para que creyera que es posible llevar todo ese conocimiento a otros ámbitos educativos al generar espacios y experiencias nuevas de aprendizaje.

Imagen por Arenamontanus (CC-BY-2.0)

Tercera parte: ¿Cómo acercamos a todos a las Neurociencias DIY?

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Eliana Papávero
Maker Movement

Médica sumergida en neurociencias, intentando conquistar el mundo con una sobredosis de Curiosidad, un poco de Cafe, carfting y muchos juegos de mesa.