Unas manos temblorosas, unos pies que bailaban de un lado a otro sin detenerse y una mirada llena de odio trajo a la vida una escena de Hollywood: estar entre la vida y la muerte al filo de un cañón.
Vivir más no solo es aventarse del paracaídas, bucear con tiburones, salir cinco días seguidos o aguantar hasta que salga el sol.
Vivir más es aventarse hacia la incertidumbre para descubrir caída libre, a qué viniste a este mundo.
Busquemos igualdad. Pero…
Desde la propuesta, no desde la queja.
Desde la acción, no desde la comodidad.
Desde la fuerza, no desde la debilidad.