Alexander Isak, a base de records

Joaquín Piñero Herrera
Tres de añadido
Published in
8 min readMay 27, 2021

Se nos viene la Eurocopa. La competición continental de selecciones más importante del mundo. En los últimos años, desde 2006, solo naciones europeas han alzado el cetro mundial: Italia, España, Alemania y Francia. Dos arqueros (Hugo Lloris e Íker Casillas) y dos defensores (Fabio Cannavaro y Phillip Lahm) del Viejo Continente levantaron aquella pequeña bola del mundo dorada en los distintos puntos de la geografía mundial. En el prisma europeo, en este siglo XXI, vimos triunfar a la Grecia de Charisteas y Karagounis, llorar por dos veces a Cristiano Ronaldo, el doble triunfo de España o la inesperada Turquía de la década pasada. En esta edición multisede, con Portugal defendiendo trofeo, Bélgica sueña con un logro que se le resiste, la resurrección de Italia o España, la despedida soñada de Löw en Alemania, el regreso triunfal de Benzema con Francia o alguna sorpresa que siempre puede llegar.

A lo largo de todo el territorio europeo, contaremos con las mayores estrellas del fútbol continental. Bueno, casi todas, mejor dicho. Una de las ausencias más importantes de la EURO 2020, casi con total seguridad, será en Suecia. La selección escandinava nunca ha conseguido un triunfo en el ámbito de selecciones aunque, en 1992, en su primera participación continental, logró una meritoria actuación colándose en las semifinales de la competencia en la que fue noticia la Dinamarca de Peter, el padre de Kasper Schemeichel. Aunque para hazaña la que consiguió en los años 50 cuando sucumbió en la final mundialista ante la Brasil de un muchachito llamado Pelé. Un pobre bagaje para el Wunderteam.

En esta ocasión, en el verano de 2021, Suecia tendrá una nueva revancha. Aunque, tendrá que afrontar este reto con una ausencia vital. Su líder espiritual y jugador referencia en este siglo y, probablemente, en la historia, regresó cual salvador de la nación escandinava poco antes del certamen veraniego. Por mor del destino, cuando se acerca el torneo, Zlatan cayó lesionado y parece que todo está perdido para el gigante de Rosengård pero como Ibra indicó en su Instagram: “It’s not over until I say it’s over” (No está acabado hasta que yo diga que lo está). A pesar de ello, el genio con orígenes bosnio no ha podido entrar en la lista de convocados. De momento…

Posiblemente, Janne Anderson tenga la baja más sensible que pudiera tener en su lista de convocados. A rey muerto, rey puesto. Para devolver la ilusión a la hinchada escandinava, Suecia cuenta con jugadores que militan en la élite del fútbol europeo: el guardameta del Everton Robin Olsen, el centrocampista del Leipzig Emil Forsberg o el zaguero del Manchester United Victor Lindelöf. Sólidas piezas para un engranaje que se caracteriza por su fiabilidad defensiva. En cambio, para conseguir dañar al rival promoviendo las transiciones rápidas, (contraataques, de toda la vida) los Blågult (azules y amarillos) contarán con dos de los jugadores de moda en Europa y con historias de vida peculiares porque, si Suiza es un país cimentado a base de inmigrantes que huyen de bombas y hambre, Suecia es otro claro ejemplo como refleja el excéntrico Zlatan que llegó desde Bosnia y sufrió toda su vida por el mero hecho de tener esos orígenes.

El primero de ellos y enlace entre la delantera y el resto del equipo es Dejan Kulusevski (2000). El jugador, con orígenes normacedonio y fichado el mercado veraniego anterior por la Juventus, nunca ha tenido una carrera profesional típica. Su trayectoria arrancó en el Brommapojkarna de Estocolmo, un equipo eminentemente basado en la cantera. De ahí, haciendo gala de red de ojeadores, lo rescató la Atalanta de Bérgamo para su academia. Con 16 años, aterrizó en Italia para hacerse un nombre en una de las mejores ligas del mundo en uno de los mejores destinos posibles.

En poco tiempo, Dejan se hizo un hueco en el entorno de la Dea coleccionando goles como si no costara. Con solo tres partidos oficiales con el primer equipo de la Atalanta, salió a préstamo hacia la Emilia-Romaña. Allá, en el Parma, Dejan pasó a ser Kulusevski. En un campeonato que quedaría marcado por las gradas vacías repentinamente, el ‘44’ anotó 10 goles y repartió 9 asistencias en tan solo 39 partidos que disputó con el cuadro parmesano. Esa magnífica temporada le dio la oportunidad de fichar por el gigante turinés y, en su primera campaña en el norte del país, participando en 14 tantos (7 anotados y otros 7 con pases de gol) para sellar su notable segundo campeonato en Italia.

Si Dejan Kulusevski debe ser quien conecte el bloque defensivo con la delantera, el tipo que, presumiblemente, ocupará esa posición no iba a tener un relato menos extravagante. Alexander Isak (1999), el supuesto heredero del divino Ibrahimovic, ha cerrado una campaña de ensueño al borde de la Concha en Donosti. Cuando parecía que nunca llegaría a cumplir las expectativas, cayeron los goles.

El chico nacido en los alrededores de Solna en los últimos días del milenio pasado, procede, como tantos otros futbolistas por todo el panorama europeo, de la huida de unos desesperados padres que emigraron desde Eritrea, uno de los países más pobres del continente africano. Con estas, desde la humildad, Alex arrancó su trayectoria en el AIK, uno de los equipos más grandes del fútbol sueco. Su nombre empezó a sonar en la atmósfera futbolística de Suecia. Con apenas 16 años y un mes, Isak fue convocado por primera vez para un partido de Allsvenskan (primera división sueca). No era su momento. Su temporada sería la siguiente, en 2016.

Como en la mayoría de países del norte de Europa, su temporada se rige por el año natural y, antes del arranque liguero, se disputan las primeras ronda de Copa. En esta competición, el domingo 28 de febrero, frente al modesto Tenhults, el AIK Solna arrolló a su rival con un contundente 0–6 en la primera fase del torneo. Un partido que no pasará a la historia del fútbol aunque, en cambio, si será recordado por el chico con antepasados eritreos. 11 minutos tardó el adolescente Isak en anotar su primer gol a sus 6.004 días de vida pero, la historia aún estaba por mejorar.

Dos meses después, a sus 16 años, 6 meses y 15 días, Alexander Isak dejó su nombre grabado en la memoria del AIK. El técnico del equipo de Solna, Andreas Alm, optó por darle la alternativa a un muchacho espigado que no superaba la mayoría de edad. Con el ‘36’ a la espalda, como si de un Romelu delgado se tratase, Alex debutó en Östersund ante el equipo local. En el minuto 50, con la victoria momentánea el marcador, Isak anotó su primer gol, en el día de su debut liguero en la segunda fecha de la temporada ante el Östersunds FK dirigido por Graham Potter, un británico que había llegado al norte de Europa para forjar su carrera en los banquillos. De este modo, Alex Isak estableció el record de precocidad en el gol para el club. El primero de muchos. A partir de ahí, el gol e Isak se hicieron amigos inseparables anotando 13 goles en los 29 partidos que disputó con el AIK antes de su marcha.

Antes de que se cumpliera el año desde su debut con el equipo de su formación, Isak protagonizó uno de los fichajes más caro de la historia para un jugador sueco solo por detrás del tipo a quien se debería parecer, su ídolo Zlatan. Con tan solo 17 años, Alex aterrizó en Dortmund, un proyecto que potencia el talento joven y da oportunidades para explotar sus virtudes. Dos vueltas alrededor del sol después, su rendimiento no fue el esperado y tan solo fue capaz de anotar un tanto en la DFB Pokal habiendo disputado 13 encuentros en total. Su papel en el primer equipo fue testimonial pero su capacidad goleadora en las categorías inferiores dio mucho que hablar en el BVB. En enero de 2019, Isak cambió Dortmund por Tilburgo donde el rey Sol (delantero español Fran Sol) ya gobernaba a base de goles y más goles. Allá, al Willem II, un modesto del fútbol neerlandés, Isak tenía la oportunidad de demostrar su talento en el semestre final de la temporada 2018–19. El resultado fue sensacional: 14 goles y 7 asistencias en tan solo 18 partidos. Esta gran actuación en la Eredivisie, le brindó la chance de jugar en la Real Sociedad, en España.

Con los 20 recién cumplidos llegó a San Sebastián. En su primer año y medio en Euskadi, repartió sus actuaciones con altibajos que no permitieron que se asentara en la titularidad ante la competencia de Willian José. Este año, tras la marcha del brasileño con destino Inglaterra, el sueco ha aceptado el reto de ser el ‘9’ titular de los txuri urdin en un final de temporada fabuloso que ha culminado con la consecución de la Copa del Rey y la repetición de posición europea. En este 2021 para el recuerdo realista, Isak ha anotado 13 goles para acumular 33 en sus 89 partidos. En esta campaña, ha conseguido sumar 17 dianas. Una cifra solo imitada por el Kun Agüero como futbolista sub 21 y superando a Zlatan Ibrahimovic como máximo goleador sueco en una temporada en España.La Eurocopa no podía haber llegado en mejor momento para Alex.

Los records del delantero de Solna no solo han llegado en el ámbito de clubes, sino que, también ha escrito su nombre en el libro histórico de la selección de Suecia. Isak paseó su calidad por todos los escalafones inferiores del combinado nacional escandinavo. Por fin, en los primeros días de 2017, Anderson convocó a Alex para debutar con el Wunderteam (equipo maravilloso) en dos amistosos ante Costa de Marfil donde disputó sus primeros minutos y ante Dinamarca anotando su primer gol. Tras esta primera experiencia, Isak se convirtió en el jugador más joven en vestir la camiseta Blågult desde 1911 y, además, en el goleador más precoz desde 1912. Estadísticas con más de un siglo de duración destruidas por un tipo especial. Con la pérdida de minutos en Alemania se diluyó su participación con la selección hasta que se marchó a Tilburg. Desde ahí, no fue fácil sacarlo de las listas.

Isak y Kulusevski, Dejan y Alex tienen una tarea muy compleja pero nada les asusta. Con una trayectoria tan peculiar, ellos deben ser quien lideren a la selección de Suecia tras la baja de Zlatan Ibrahimovic. Dos jugadores con pies de diamante, correr elegante y velocidad de gacela. San Sebastián y Turín unidos por el gol sueco.

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