Sin Título
Qué amargo y placentero que nos miremos a los ojos en este sueño de sol, que con sus rayos ilumina nuestro cabello despeinado y rostro confundido. Nos miramos con deseo y melancolía, como lo hacemos en cada encuentro, apreciando las notas que interpretamos del mismo violín que en unísono crean disonancia. El…