Sostiene Pereira

Mariano Eloy
2 min readApr 18, 2017

En ese momento decía que no sabía por qué hacía lo que hacía. Quizás porque le recordaba al hijo que nunca tuvo, sostiene Pereira.

Siguiendo con las lecturas de la guerra civil española, llegó a mis manos Sostiene Pereira acompañado mas o menos por un “tenes que leerlo”. Y era cierto, tenía que leerlo.

Del otro lado de la frontera, en Portugal, la avanzada fascista era muy similar a lo que sucedía en el resto de Europa. Y Pereira, un periodista aburguesado se enfrenta con la realidad, casi voluntariamente.

Me resultó muy interesante poder apreciar la cotidianeidad de Pereira (y también de sus pensamientos). Es una de las mejores cosas que tienen los libros: la capacidad de transportarte a otra época y lugar y recrearla en tu mente. En este momento puedo imaginarme vivamente uno de los cafes que solía frecuentar Pereira, o la fiesta falangista donde conoció a Monteiro Rossi y Marta.

También puedo imaginar la redacción de la página cultural del Lisboa: su maquina de escribir, su portera, su teléfono. Igual con la residencia de Pereira: sus escaleras, la fotografía de su esposa, su cocina, su biblioteca y demás.

Cada limonada que consume Pereira tiene un significado en lo que sucede en su mente, lentamente se va generando un proceso de reflexión e introspección ante los hechos y ante su postura ante esos hechos.

Cuando todo parece estar bien, a pocas personas le importan las injusticias, y cuando el presente es siniestro, más todavía las personas acomodadas buscan asegurar sus privilegios. Ahí el panorama adquiere una tonalidad grisácea aplastante, opresora, derrotista y depresiva para los que están ahí, en el espacio del medio.

En ese momento donde el miedo y el terror avanzan, amenazando con destruirlo todo en nombre de “la patria” o “la nación” nos ponemos a pensar:¿qué podemos hacer? La respuesta parece ser “algo”, y ese algo puede ser todo.

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