Escenario: Las Civilizaciones Mesoamericanas

Por Porakê Martins | VERSIÓN EN PORTUGUÉS-BR | Traducción de Manuel Gayoso

Este artículo es la continuación de nuestra propuesta de trasfondo histórico para un escenario de Hombre Lobo: el Apocalipsis enfocado en Latinoamérica. Puedes consultar AQUÍ la primera parte de esta serie.

Después de la caída de la civilización Caral, heredera de Tollan, en los Andes peruanos, otras civilizaciones de características urbanas sólo llegarían a surgir en el “Nuevo Mundo” siglos más tarde, en América Central, a partir del florecimiento de diversas culturas y pueblos.

Los olmecas fueron los precursores de los grandes centros urbanos de Mesoamérica, su civilización fue influenciada directamente por los Bastet Olioiuqui, ancestros de los Balam, orgullosos de la gloria del pasado en su legendaria Tollan y prósperos en la opulencia y seguridad de centros urbanos como Caral, pero también causados de las disputas intertribales por los territorios del interior de la selva con sus hermanos salvajes, los Hovitl Qua, que habían obligado a los Olioiuqui a emigrar al norte, hasta la costa del Golfo de México, en la región de Oaxaca.

Aunque no contaban con nuestro apoyo directo, los Olioiuqui honraron la memoria de Kukulcán la Coronada, extendiendo su culto entre los diversos pueblos mesoamericanos. Prosperaron influenciando de manera decisiva a toltecas, mayas, teotihuacanos, zapotecas, mixtecas, mexicas y otros.

Fue en Mesoamérica que los Bastet Olioiuqui contactaron y se aliaron por primera vez con los Garou aliados de la Serpiente con Cuernos para enfrentarse a la amenaza de los diablos de sangre Tlacique que se enfrentaban con los Olioiuqui por el control de las ciudades creadas en honor a Kukulcán.

En esta guerra contra la alianza de los Olioiuqui y Uktena los Tlacique formaron su propia alianza impía con Mictlantecuhtli, un Ananasi considerado corrupto incluso entre los suyos y su amante y poderosa necromante, Mictecacihuatl, líder de una oscura orden secreta de hechiceros de la muerte conocidos como Ich Pochtl Che Tot Mueck, especialistas en esclavizar a los fantasmas y víctimas del sacrificio ritual realizado en honor del Señor de la Oscuridad, Tezcatlipoca.

Los conflictos que siguieron terminaron provocando el declive y caída de la civilización maya, mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos y contaminó a todos los demás pueblos influenciados por la cultura olmeca, extendiéndose durante más de un siglo. Al final, una exótica manada formada por el hechicero Garou Xólotl, la poderosa guerrera Garou Cihuacoatl y el Anciano Olioiuqui conocido como Acolnahuacatl puso fin a la existencia maldita de Mictecacihuatl y expulsó a Mictlantecuhtli a las profundidades del Abismo. Sin embargo, no fueron capaces de impedir que la corrupción se asentara entre los mortales dentro del naciente imperio azteca, bajo la forma de despotismo y del culto a supuestos dioses tan sedientos de sangre como comprometidores con la Destructora.

Las cicatrices de esa guerra fueron muy profundas, y es eso lo que explica en parte la situación decadente en que se encontraban civilizaciones antaño grandiosas cuando los invasores europeos desembarcaron en estas tierras en gran número, trayendo con ellos a los sanguinarios guerreros Garou llegados del otro lado del gran Océano y su odiosa guerra de rabia y lágrimas.

El lamento Uktena

Ameyali “Fuente-de-Sabiduría”, Adren Galliard Uktena, comparte con su clan la sabiduría de sus ancestros:

Sí, hubo un tiempo en que nuestro pueblo y los Balam combatieron juntos la influencia del Wyrm sobre las Tierras Puras, no era como si formasen parte de una manada, pero eran poderosos aliados y podíamos contar unos con otros en la lucha contra el Abuelo Serpiente.

Los Balam eran cazadores excelentes y compartían con nosotros el amor por los secretos, mucho conocimiento fue obtenido por nuestros ancestros y sus aliados Balam en conversaciones amigables en torno a una hoguera durante el cerco a una antigua ciudad maya o azteca corrompida por las maquinaciones del Wyrm.

Por desgracia, ese tiempo ha quedado atrás. Los Señores de la Sombra, los Colmillos Plateados y la Camada de Fenrir derramaron suficiente sangre Balam para que olvidaran nuestra antigua alianza. Un lobo es un lobo, es lo que repiten con rencor nuestros antiguos aliados antes de lanzarse a la batalla contra cualquier Garou que ose atravesar sus territorios, independientemente del Tótem al que sirvan.

Es una lástima, pero así son ahora las cosas.

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