Sintonía y química

Vera Ricerca
El juego del paquete
3 min readOct 30, 2020

El siguiente es un relato enviado por una lectora del Blog El Juego del Paquete. Si querés enviar tu historia de amor o desamor podés hacerlo por mail a elblogdevera@gmail.com

La pandemia nos dejó muchas enseñanzas, pero sobre todo, en mi caso, me enseñó a no dar nada por sentado: nada es seguro. El levantarme todas las mañanas, llevar a mi hijo al cole, ir a la oficina, los fines de semana tener cumpleaños, salidas, etc.. todo eso dejó de ser normal.

Así que aprendí a que las cosas cambian, que nada es certero y que nada es para siempre.

A pesar de que en Montevideo no hubo cuarentena obligatoria, durante las primeras 6 semanas, casi no se salía. En mi caso hice home office, y mi hijo estuvo esas 6 semanas encerrado conmigo en casa. Así que no vi en ese tiempo a mi “saliente”, o novio o como sea el nombre de la relación que tenía con Fernando_2. A pesar de eso, obviamente seguimos nuestras charlas… que iban desde el miedo y la inseguridad por la pandemia hasta charlas hot que nunca pueden faltar.

Pero cuando acá todo se empezó a mover, nos volvimos a ver, y mi relación terminó. Casi de mutuo acuerdo: la misma sintonía, la misma química, pero en diferentes tiempos. Fernando_2 y yo estábamos en diferentes tiempos. Yo ya estaba lista para avanzar (con todos mis miedos) y él directamente no podía. Esa fue su frase siempre: Yo no puedo.

Seguimos en contacto igual, y cada tanto nos veíamos, porque la química lo puede todo. Hasta que un día yo tenía una cita pactada para un viernes, y justo Fer me invita a salir ese día. Fui testigo de la escena de celos más grande: llantos, suplicas, apariciones de noche en mi casa, y las promesas más deseadas. Pero los celos, el ego, los impulsos, en el caso de Fer no eran verdaderos… era solo una muestra del ego más profundo. Decidió luego que nuevamente NO PODIA.

Así vi como todo cambia: como pasé de trabajar 5 veces por semana en una oficina que queda a una hora de distancia de mi casa, a trabajar 5 veces por semana en mi casa, y que todo funcione igual de bien, y ganándole 2 hs al día. Ví como el ego de una persona puede destruir todo, pero como los miedos y las mochilas pesan tanto a veces, que su frase haya sido “prefiero perderte a salir lastimado de nuevo”.

Descubrí que los amores llegan, pasan, y algunos se quedan, y a otros hay que dejarlos ir. Porque son por un tiempo, por un instante, dejan su huella, y con eso nos tenemos que quedar, con lo lindo de esa huella, de esa marca que nos dejan.

Pero, los que se acuerdan de mi historia anterior, también estaba Fernando_1 revoloteando por ahí. Y no solo se separó (con papeles y todo), sino que después que vio que yo estaba enganchada con su tocayo, continuó su vida, y se volvió a enamorar. Y está muy felizmente de novio. Hoy es mi confidente, y yo la suya. Charlamos, nos aconsejamos, nos bancamos la cabeza. Así que esto también pudo cambiar. Supe ser su amante, y hoy soy su amiga. Él supo ser un gran amor platónico, y hoy es mi confidente más fiel.

Me quedo con esto, que todo cambia, y que debemos avanzar y adaptarnos. Y que seguramente con Fernando_2 nos volvamos a cruzar, porque sintonía y química en la misma persona no se dan muchas veces… ojalá algún día coincidamos en el tiempo.

Los contenidos de este relato son responsabilidad de su autora.

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Vera Ricerca
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Soy feliz a pesar de saber que en el mundo hay reptiles, medias sucias y mermelada cítrica. Escribo en el blog El Juego del Paquete. elblogdevera@gmail.com