Innovación y medicina: los próximos cinco años

Ingrid Briggiler
Llamando al Doctor
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4 min readOct 25, 2019
Down the Street Designs (CC BY-NC-ND 4.0)

Una de las industrias que parecería aún estar pendiente de una disrupción que la cambie para siempre es la del cuidado de la salud. Inversores y emprendedores esperan desde hace muchos años el momento en que aparezca la empresa que lo cambie todo como Uber al transporte y Airbnb a los servicios de hotelería. Las zonas de oportunidad son de lo más variadas y cada una de ellas ofrece amplio espacio para la innovación y el surgimiento de nuevas ideas.

No es casual que la industria del cuidado de la salud no haya encontrado su Uber aún: no es lo mismo que instalarse en la industria que sea. A pesar de que el transporte urbano está regulado, las restricciones para la innovación son más bien flexibles y dejan mucho lugar a la experimentación. Este no es el caso del cuidado de la salud, donde las regulaciones son indispensables para garantizar la privacidad y seguridad de los pacientes. Antes de instalarse ofreciendo un servicio vinculado a la salud son muchos los requisitos que hay que cumplir y la exigencia garantiza que esta industria tenga los estándares de trabajo más altos del mercado. Para poner en perspectiva, puede tomar hasta 10 años que un nuevo medicamento sea aprobado para su venta.

En años recientes, y gracias a una serie de avances científicos tecnológicos, mucho se empezó a especular con el crecimiento de un nicho de mercado dedicado a la edición genética. La tecnología que suele repetirse hasta el hartazgo es CRISPR, cuya promesa es la edición genética con la facilidad con la que se puede editar un texto en la computadora. Sin embargo, dado lo delicado del asunto el entusiasmo siempre viene acompañado de preocupaciones legítimas acerca de todo lo que aún no tenemos en claro de la edición genética. Si bien podemos pensar en usar esta tecnología para reemplazar fragmentos defectuosos de ADN, el riesgo de editar involuntariamente otro fragmento es todavía muy alto. E, incluso si la edición es exitosa, no se sabe realmente cuáles pueden ser las consecuencias de esta para otras secuencias genéticas.

Otro campo que genera mucha expectativa es el de Big Data aplicada al cuidado de la salud, que potencia el ya creciente mercado de la medicina personalizada. Una de las posibilidades con las que se especula es la del desarrollo de nuevas drogas — por ejemplo para tratamientos oncológicos — que vinculan la información genética de pacientes con bases de datos de tratamientos exitosos buscando maximizar el impacto de la droga en el tratamiento.

Pero no son solo los tratamientos oncológicos los que abren posibilidades para la innovación. Hay mucho interés en la industria por investigar respecto de virus y bacterias que causan enfermedades de todo tipo. Desde mejorar los análisis para determinar con mayor facilidad qué tipo de infección se tiene hasta el desarrollo de antibióticos cada vez más específicos que permitan hacerle frente a la resistencia antibiótica, una de las crisis de salud que más preocupa en la actualidad. Un campo que está creciendo mucho es el de las inmunoterapias que permiten tratar tipos de cáncer difíciles.

Aún no sabemos cuál será el campo a partir del cual la industria del cuidado de la salud cambie para siempre, pero algunos indicios de que una nueva época se avecina se pueden encontrar en el interés que hay por cambiar la forma de acercarse a los pacientes. La incorporación de apps, nuevos dispositivos o incluso una nueva concepción de la atención médica con herramientas como la telemedicina hace notar un cambio de mentalidad, uno mucho más comprometido con su bienestar general y una mejor atención.

Lo más probable es que aquella esperada disrupción surja de la disconformidad de los pacientes con alguna situación que eventualmente será atendida por una nueva forma de pensar a la medicina. Ahí es donde entramos nosotros, médicos, emprendedores, ingenieros, científicos y entusiastas que tenemos que tratar no solo crear negocios que sean sustentables y exitosos económicamente, sino también que mejorarán la vida de millones de personas de todo el mundo. Y nada volverá a ser igual.

Ingrid Briggiler es founder y CEO de Llamando al Doctor, aplicación de telemedicina que facilita la comunicación entre pacientes y médicos a través de videollamadas.

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Ingrid Briggiler
Llamando al Doctor

Emprendedora. Tocoginecóloga. Fundadora y CEO de @LlamandoAlDr Vivo dándole forma a la idea que cambiará el mundo ingrid@llamandoaldoctor.com