-un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña-
Todo el día caminar y caminar para buscar comida, limpiando coches, pidiendo limosna, robando panes, madreando weyes, rifándose el rifado de 12 años que parecían 50.
Cuando era yo una niña pequeña con demasiadas opiniones y dientes las vacaciones de verano eran invariablemente predecibles y sin importar si era en un lugar en otro involucraban leer y comer algo no habitual.
Ayer
que todo era nuevo
sin las alas
espumosas
del rosal
postradas
en el umbral
del plenilunio augurioso
de tus destellos…
parte de una serie de cosas varias que me pasan.
Cuando se acercan los días en los que los muertos caminan por ahí más libremente, pasa que los veo más seguidos, a veces…
Pueden pasar meses y no sueño nada, años sin que vuelva mi sueño recurrente. bueno uno de los dos que vienen a mi desde que tengo memoria. pero últimamente los sueños me persiguen, se que en los que…