El éxito empieza desde adentro.
Una vez una pequeña niña y su papá caminaban por la calle, ella, al ver un enorme rótulo de una tiendita de helados le pidió a su papá que le diera uno, el papá se acerco a la heladería y pidió un cono regular, la niña insistió que quería un barquillo gigante con tres bolas…