El trabajo ideal
“Las personas que viven muy por debajo de sus posibilidades, disfrutan de una libertad que las personas ocupadas en mejorar su estilo de vida no pueden comprender”.
Naval Ravikant, empresario e inversor indio.
Hace unos meses escribí sobre el futuro del trabajo, antes sobre el futuro de la sociedad y mucho antes sobre la importancia de decidir cómo vivir. Puntos importantes que nos pueden dar señales hacia dónde vamos y si estamos avanzando por el camino correcto.
Aquellos puntos que volví a evaluar cuando — hace poco — me preguntaron cómo sería mi trabajo ideal.
Pienso que es cuestión de conectar todas los artículos que escribí y listo. Ahí está la respuesta. Pero claro, no es tan evidente. Así que toca clarificar cómo sería ese trabajo ideal. Quizás hasta te pueda servir de inspiración para salir de la rutina.
Desde que decidí regresar a Perú de Londres, la tuve clara: regresar para volver a irme. Pero primero debería tener un centro, un hub, una sede central que sería el Perú. Regresar unos meses, para verme con familiares y amistades, recargar energías y volver a experimentar la magia de lo novedoso. Eso me llena de energías. ¿Pero a dónde ir?
Lugar
En general, busco explorar el mundo. Hace menos de un mes, conocí a un mexicano que dejó el camino corporativo para comenzar a viajar por cada ciudad de su país por todo un año. Trabajaba en remoto y era feliz.
¿Por qué no hacerlo? Me di cuenta que conozco muy poco Perú, muy poco Sudamérica. Y con conocer me refiero a pasar un buen tiempo en cada ciudad, mínimo 3 semanas. No como turista sino como alguien que vive ahí.
Sin embargo, cada vez que hablo con mis amigos y amigas de la maestría, mis ganas por irme más lejos aumenta. Europa: Holanda, Alemania, Finlandia, Suecia y República Checa son los países que me gustaría vivir por más de un mes.
En el otro lado del mundo: Corea del Sur, China y Tailandia. Sobre todo el último, porque ahí vive una de mis mejores amigas de la maestría: Puff. Aún seguimos en contacto y probablemente pronto salgan proyectos en conjunto. O por lo menos es lo que buscamos también con Radim.
Forma de trabajo
Para poder trabajar en los países anteriores, es indispensable que el trabajo que realice no dependa de la presencialidad. De ser así — lamentablemente — tendré que descartarlo. Si bien, me encanta hablar con las personas, verlas frente a mí, oler sus perfumes, ver sus expresiones y analizar sus comportamientos, voy a tener que olvidarme de esa posibilidad. El tener experiencias fuera pesa más en este momento de mi vida.
El trabajo tiene que ser 100% remoto y con un horario muy flexible. Es decir, trabajar por objetivos, en el horario que se me adapte mejor. ¿Es una exigencia? Lo es. Creo que uno debe elegir y diseñar la vida que uno quiere. Y esa vida es la alternativa que me llena, la que me da energías y la que me permite trabajar con mucha felicidad y energía.
Las personas
Nada de lo anterior funcionaría si no trabajo con personas con las que siento que comparto una visión de vida. Es importantísimo. No tiene que ser con todas pero sí con la mayoría. Las energías deben estar alineadas para que todo fluya sin problemas.
¿Es posible? Claro que sí. Si no, pregúntenle a Andrea y Micaela — egresadas PUCP — que conocí en el primer curso que dicté. Ya son dos años y medio en los cuales no nos hemos separado. Al trabajar con ellas, simplemente todo fluye. Son mi gran ejemplo cuando tengo que contar cómo es trabajar con personas en las que confías, respetas, admiras y con las se hace fácil realizar cualquier actividad.
Cuando eso sucede, solo te dejas llevar, como una danza sincronizada. La confianza ya está creada y es la base para todo: superar conflictos, ser sinceros, crear más proyectos y experiencias para recordar para siempre.
Recompensa
Claro, el dinero es importante. En mi caso, lo necesito para pagar el préstamo de la maestría que llevé, apoyar en mi casa, ahorrar y pagar mis viajes y experiencias. Es un reto pero siento que cuando uno realmente se establece un objetivo, se es positivo y la suerte hace su trabajo, todo se alinea para que así suceda. Es inexplicable pero sucede.
Y al suceder, entonces llega el dinero. Es creer en uno mismo, es intentarlo, es experimentar.
Pero no solo es dinero. También son las sonrisas que creas. No solo al contratar personas para que trabajen conmigo, sino al crear impacto en las personas que nos rodean. Ver personas que logran objetivos, realmente llena el alma. Saca sonrisas, crea paz.
Por tal motivo, mi foco sigue siendo apoyar a las pequeñas y medianas empresas con cada vez más énfasis y dedicación de tiempo. Son las que más necesitan apoyo. Por aquella razón volví. Y si bien aún estoy en exploración, el camino se aclarará más pronto que tarde.
Temas
En cuanto a los temas a trabajar, deben estar relacionados a mejorar o crear servicios. El poder diseñarlos desde distintas perspectivas, me permitirá explorar mi creatividad, conversar con personas y finalmente lograr un impacto en la sociedad. También enseñarlo en la universidad, lo cual es bastante reconfortante.
De todas maneras, busco generar ingresos pasivos, que me permitan ganar dinero mientras duermo. Ese es mi ideal. ¿Y si tengo que dejar todo lo que tengo actualmente para lograrlo? Pues diré que sí.
Sin embargo, algo que siempre ha estado dentro de mí y que lo manifiesto al escribir o dar consejos, es el diseño de relaciones. Buscar maneras de lograr una vida más tranquila. ¿Por qué? Porque veo que las personas no están tranquilas o felices con su día en pleno 2022. ¿Raro no?
Mi ideal es vivir a una ciudad alejada y ahí ofrecer algún tipo de servicio: venta de algún producto básico o ayudar a las personas a tener mayor tranquilidad en sus vidas. Claro, y remotamente trabajar para algún proyecto de diseño o enseñar mientras comparto experiencias con las personas con las que trabajo.
Un punto importante es que cada acción que realice no debe depender exclusivamente de mí. Mi rol perfecto sería ser solo asesor por horas. Doy una perspectiva diferente, resuelvo problemas y ayudo a generar tranquilidad. Listo.
Finalmente, la idea es conectar las diferentes necesidades que uno tiene, alinearlas a lo que ofrece el mercado y lo que se viene a futuro. De esta manera, avanzaremos en el camino que es correcto para nosotros, no para los demás, no a un ideal que ha creado la sociedad. Solo así, quizás estaremos más tranquilos y podremos disfrutar mucho más del trabajo.
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¡Que tengas un buen día!