Las obras ganadoras del mes de diciembre

Quiasmo
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7 min readFeb 1, 2017

Diciembre fue un gran mes para la literatura en Quiasmo. Cerramos el año 2016 con 15 obras presentadas y la participación de ocho autores. Agradecemos enormemente a Facundo S. Barreto, Javier España, Patricia Rivas Lis, Alexy Dumenigo Aguila, Leonardo, Patricio Nuñez Fernandez, Miss Van de Brug y Verónica Médico, así también como a los últimos llegados que empezaron a publicar sus obras a partir de enero, como Zurdo Mendieta, Davichin, Blacho Diaz, Fabián Molina Bermúdez, Andrés Rebagliati y Manuel Omar Mejía. Asimismo, le dejamos un fuerte abrazo a los amigos que ofrecieron sus cuentos para inaugurar nuestra publicación: Rafa Zamorano, Carlos Vázquez, Lómeron Martínez, Martín Tacón y z666.

Desde que Quiasmo levantó el telón, hemos añadido una gran cantidad de personas a nuestra lista de autores y los correos con peticiones y agradecimientos no dejan de llegar. Alentamos a los asiduos a que sigan participando con igual entusiasmo, y a quienes aún no se han animado los invitamos a que den rienda suelta a sus plumas.

Felicitamos a Facundo S. Barreto y a Leonardo por presentar cuatro de sus queridas obras, transformándose así en los autores con mayor participación. En el sector de la Poesía, tres poetas nos han hecho disfrutar de sus escrituras. Ellos son Javier España, Leonardo y Verónica Médico.

Hemos elegido nuestras obras favoritas, aquellas que, a partir de un criterio objetivo, creemos que sobresalen del resto. En la categoría Relato, nos complace comprobar que las recomendaciones del público coinciden con nuestras apreciaciones personales, ya que La promesa, de Patricia Rivas Lis, se ha llevado tanto el voto popular como nuestro sitial más alto en el podio. En Microrrelato nos hemos encontrado con dos duros contendientes: Autoestop de Alexy Dumenigo Aguila y La huida de Miss Van de Brug. Después de una larga evaluación, nos decantamos por Autoestop y felicitamos a ambos autores. En Poesía, debemos admitir que los tres poemas presentados son de buen nivel. La decisión fue verdaderamente difícil, pero finalmente elegimos Génesis heptápoda de Leonardo como nuestro favorito.

Nos hemos retrasado y pedimos perdón por eso. A continuación, a través de breves comentarios y observaciones literarias, z666 le devuelve a los autores un poco de lo que ellos nos han dado:

Categoría Microrrelato

¿Vida en Marte? de Leonardo (4 recomendaciones)

La ironía de este micro se explica sola. Quizás podría criticársele que sea un poco extremo, casi como un chiste, por la exageración no justificada en el relato de por qué habían de ser esos habitantes “supervivientes” y no simplemente “habitantes” sin más, o “últimos habitantes”, sin tener que incluir el concepto de supervivencia y todo lo que eso trae detrás. Sí, lo sé, puede parecer una tontería, pero en un micro cada palabra tiene importancia.

Autoestop de Alexy Dumenigo Aguila (7 recomendaciones)

Un micro bien construido. Alexy nos insinúa la insolidaridad de los conductores para luego sorprendernos con que (presumiblemente) todos los coches circulaban sin conductor. Un giro argumental como mandan los cánones. Me despistó un poco, eso sí, el final. Como dijo Leonardo en los comentarios, bien podía culpar a Tesla o Google, ¿no? Quizás otro final capitalizaría mejor la trama diseñada.

Cipreses de Patricio Nuñez Fernandez (1 recomendación)

Uf, he tenido algunos problemas para interpretar este relato. Está claro que la muerte planea sobre él, los cipreses lo anuncian y Giordano Bruno lo confirma. Me trae sensaciones de reencarnación, o más bien, de repetición infinita de las muertes. No podría asegurarlo. Lo que sí tengo claro es que el narrador es confuso. Comienza en 3º persona, luego pasa a primera, que bascula entre singular y plural. Y por si eso fuera poco, el tiempo del relato baila de pasado a presente. Estaría bien que el autor pudiese justificarnos esas incongruencias formales.

La huida de Miss Van de Brug (4 recomendaciones)

Me gustan los personajes contradictorios, y en este micro tenemos un buen ejemplo. El huido que desea ser alcanzado. No es necesario dar mucho más trasfondo al relato. Es posible que ese niño esté reflexionando sobre lo que cuesta ser libre (supongo que alguna comodidad ha dejado atrás). Duele, no quiere seguir, y aun así, continúa huyendo. Bien.

Oscurantismo de Leonardo (3 recomendaciones)

Leonardo ha creado toda una compleja ambientación futurista con solo un par de frases. Esa es la forma de hacer las cosas en un micro. Personalmente no me gustan los paréntesis en los relatos, sobre todo en los narrados en tercera persona, pero bueno, no es como para decir que sea un error. Por el título, deduzco que Leo quería darnos su visión del control de la información por parte de las instituciones pertinentes y, lo que es todavía más tenebroso, por parte de uno mismo negándose a creerse lo que las pruebas o la razón señala.

Cartago de Patricio Nuñez Fernandez (3 recomendaciones)

Tenía miedo de llegar a este relato. Patricio quiere hacerme perder la razón y encima mi gato gordo y negro me ha arañado. No puedo llegar y decir que he entendido el relato y hacer como que lo explico. Ni yo ni mi gato lo hemos entendido. Y sin embargo, algo tiene, algo debe de tener, porque nos ha gustado leerlo.

Categoría Cuento

Torre Destierro de Facundo S. Barreto (5 recomendaciones)

Podría dividir este relato en dos partes. La primera, la introducción, nos presenta la isla a través de una buena prosa y unas descripciones sugerentes. Por momentos se parece a lo que podríamos encontrarnos en un videojuego, por aquello de que el protagonista se despierta allí y la explora con sumo interés. La segunda parte nos explica la relación entre la isla y el narrador. Se nos sugiere que la isla está dentro de él, y que tanto ella como la Torre son símbolos oníricos en su subconsciente. Sin embargo, esta segunda parte, a pesar de ir más allá de la primera, no deja de ser una extensión de la introducción. He echado en falta saber qué provoca esas visiones oníricas, saber quién es esa persona y cuáles son sus circunstancias. Es muy posible que no haya sido la intención del autor llegar a ese punto, pero como lector necesito un poco más de dinamismo emocional que acompañe a esas buenas ideas y descripciones.

La promesa de Patricia Rivas Lis (9 recomendaciones)

Me ha gustado mucho este relato porque su autora ha sabido mezclar muy bien lo trágico de la historia con lo cómico de la anécdota, y esto es algo muy difícil de conseguir. La historia fluye a varios niveles, contándonos dos historias a la vez sin darnos cuenta: la de la viuda que ha de vivir sin su marido y la de cómo lo perdió. Y ambas se complementan perfectamente al llegar el final. Además, está fantásticamente escrito.

Solo puedo señalar como punto débil del relato la presencia de ese narrador humano que cuenta la historia imitando a un narrador clásico omnisciente. Creo que hubiera sido mejor utilizar al omnisciente directamente y narrarlo en tercera persona desde el principio, porque ¿cómo se explica que esa persona sepa todo eso sobre la vida de la protagonista? Me parece que es un elemento extraño que el relato no necesitaba.

En la cabaña de Alexy Dumenigo Aguila (6 recomendaciones)

Un estimulante relato circular bastante bien hilado con un revólver, un loco que no lo es y un cuerdo que tampoco. Su inicio in medias res te lleva en volandas hasta el final, sin tiempo a plantearte nada hasta que terminas y te das de bruces con el relato mismo, que salía (¿o entraba?) por la puerta de la cabaña. Pocas fisuras en este ejercicio literario bien realizado.

El último hacedor de Facundo S. Barreto (3 recomendaciones)

Parece un relato propio de una mitología muy elaborada. Mencionaba Leonardo a Lovecraft en los comentarios, y podemos añadir a Borges con sus paseos por ruinas antiguas y manejo de dioses olvidados. El relato posee una gran ambientación, por decirlo de alguna manera, y solo me ha faltado conectar o empatizar un poco más con el personaje del Hacedor y sus motivaciones para poder disfrutar del texto tanto como se merecería.

El ahogado de Facundo S. Barreto (3 recomendaciones)

Facundo siempre deja más texto escrito entre las líneas de sus relatos que dentro de ellas. Es esta una rara virtud de doble filo. De doble filo porque el lector se pasa mucho tiempo suspendido en la multiplicidad de posibilidades que da la historia. El propio relato lo dice así: “No era nadie, y a la vez lo era todo”. Sin embargo, en este relato, a diferencia de en sus otros dos trabajos, sí he llegado a empatizar con el ahogado, gracias a ese final tan revelador como críptico. El ahogado me ha mostrado un poco más de sí mismo que el Hacedor o el Soñador de la Torre del Destierro, que cubrieron o confundieron demasiado profundamente su rostro con el paisaje que los rodeaba.

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