El miedo y la autoprotección de la mujer
El miedo es un mecanismo de supervivencia que compartimos todos los animales. Se trata de una emoción que produce una intensa sensación desagradable producida por la percepción de un peligro que puede ser real o imaginario y que puede tener origen en el pasado, presente o futuro. Esa emoción nos protege impeliéndonos a huir o a enfrentanos al peligro, por tanto se puede considerar benéfica.
El problema es cuando esa sensación se hace permanente, el miedo prolongado conduce a un estado de ansiedad que de prolongarse provoca lleva a la depresión. Lo que se acompaña de un deterioro generalizado de la salud debido al desgaste de la alerta. Nadie debe sentir miedo permanentemente.
El primer paso es asegurarse que el miedo está justificado y que es proporcional al peligro y después responder de una forma adecuada sin que afecte al normal desarrollo de la vida. Para ello es necesario introducir el concepto de riesgo.
De una forma muy resumida se puede decir que el desarrollo cientifico-técnico considera el peligro como la capacidad potencial de daño y el riesgo como el resultado de establecer objetivamente la probabilidad de ocurrencia y la gravedad del daño de un peligro dado, de la evaluación del riesgo surge la toma proporcional de medidas de protección y cuando todo ello lo hace una persona para sí misma, hablamos de autoprotección. Si desea profundizar en el concepto de riesgo puede seguir este enlace.
Pero, realmente ¿Qué es la autoprotección? definirla como medidas de seguridad no dice nada, incluso hay ofertas que consideran que la autoprotección es un curso de artes marciales de tres horas de duración. En la siguiente imagen se muestra una captura del apartado «Autoprotección para la mujer» del blog de Autoprotección familiar cuyos primeros cinco artículos definen con bastante claridad el concepto:
La imagen es un buen resumen, se trata de:
- Evitar bulos sobre la autoprotección como el que propone una solución basada en un curso de horas sobre artes marciales, el uso de dispositivos prohibidos o valoraciones de riesgo tremendistas que producen miedo permanente. Un ejemplo.
- La gestión de la salud, creando una cultura de la salud femenina que informe de los síntomas propios de la mujer. Un ejemplo.
- Técnicas de psicología social, que explotan el comportamiento natural del ser humano. Un ejemplo.
- Ciberseguridad, la exposición a los ciberdelitos es universal pero las mujeres se encuentran más expuestas a ciertos tipos de delitos que es necesario conocer y prever, junto con las estafas más habituales. Un ejemplo.
- Técnicas de seguridad para prevenir una agresión sexual o para responder a una. Lo que engloba desde un análisis de riesgo certero a conocer como afrontar con éxito una agresión sin necesidad de artes marciales. Un ejemplo.
Todo ello elaborado por un equipo con más de diez años de experiencia en la autoprotección de personas que viajan o se expatrían por motivos de trabajo a países lejanos, lugares donde el riesgo de sufrir un incidente de seguridad es muchísimo más elevado que en España.
¿Interesada? Escríbanos a team@personalsecurity.es y le informaremos de las fechas de los talleres de autoprotección para la mujer en su localidad.
Jesús Belenguer dirige el equipo que diseñó e implanta el Protocolo Mercurio que es el sistema de gestión de la seguridad personal de trabajadores desplazados a países lejanos más implementado en las empresas españolas. Comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.
