El lugar correcto (I)

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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3 min readMay 22, 2023
Boda en Suphan Buri, Tailandia. Febrero 2023.

“Puede que tengamos diferentes religiones, diferentes idiomas, diferentes colores de piel, pero todos pertenecemos a una sola raza humana”. — Kofi Annan, diplomático ghanés.

¿Sabes cuál es la ciudad más adecuada para ti?, ¿crees que exista?, ¿cómo te la imaginas? Vale imaginar pero vivirlo es totalmente distinto. Tu percepción puede cambiar para bien o mal. ¿Lo interesante? intentarlo.

Lo rico de viajar es conocer la cultura de la ciudad, por lo menos para mí. Desde hace un tiempo he dejado de viajar para visitar lugares turísticos y moverme mucho, a quedarme en un solo lugar y conocer mejor la cultura. Con calma, analizando y buscando ser un local más.

¿Lo has intentado? Piénsalo un poco. Parar para analizar cómo es la sociedad puede tener más ventajas de las que te imaginas.

Me pasó el año pasado cuando, al dejar Buenos Aires, me despedí con un abrazo del chico que vendía en el kiosco del barrio. Ya me había acostumbrado a comprarle a diferentes horas. A saludarlo, a conocer su nombre, a que me dé diferentes tips sobre la ciudad.

Me pasó este año cuando dejé Bangkok y casi me salen lágrimas al despedirme de Puff. Una sensación muy fuerte se expandió por todo mi cuerpo. Una mezcla de no querer irme y de saber que era un final temporal, se apoderó de mí. Y claro, no solo de ella.

Lo mismo ocurrió cuando me despedí de la señora del street food que estaba cerca de mi casa. Lugar al que compraba 3 veces por semana para llegar rápido a mis reuniones de trabajo. La señora me agradeció, deseó lo mejor y esperaba volver a verme pronto.

Lo mismo ocurrió cuando me despedí de la señora que limpiaba la casa en Cajamarca. Se había formado un vínculo, pequeño, pero un vínculo al fin y al cabo. Lo mismo con la peruana y español que me ofrecieron hospedaje en medio de la nada.

Lo mismo con un grupo de nuevos amigos que conocí en Zorritos en Piura. Nos veíamos todos los días por una semana: tomábamos, íbamos a la playa, comíamos. Repetíamos la misma situación todos los días. Otra vez, un vínculo nació.

Lo mismo me ocurrió en Oxapampa con la señora que rentaba el hospedaje. Abrazos finales y un hasta luego. Cierran con un: “te esperamos pronto de nuevo”.

¿Será la frecuencia?, ¿será el tipo de personas?, ¿será la circunstancia?, ¿será la necesidad de generar familiaridad?, ¿o a qué se debe el apego?

Ciudad a la que voy, le agarro alguna especie de cariño, un feeling. Un algo que hace a uno querer quedarse.

Cada ciudad, cada persona, cada experiencia, cada momento genera algo en nosotros que nos cambia de alguna manera. ¿No lo has pensado?

De todas maneras, sea buena o mala experiencia siempre nos afecta para bien. Eso es lo mejor.

Entonces, ¿cuál es tu ciudad favorita, ¿o cuál crees que lo es?, ¿por qué? Ir directamente y comenzar a explorar puede ser la mejor manera de descubrir si realmente es para ti.

Pero mejor aún, te permitirá descubrir más sobre ti y hasta podrás evolucionar y ser otra persona.

¿No lo crees? Inténtalo, pasa más tiempo en esa ciudad que tanto te imaginas. Las sorpresas que te llevarás son infinitas.

Pruébalo y luego conversemos.

Continuará…

“Las semillas de la civilización están presentes en todas las culturas, pero es la vida urbana la que las hace florecer”.

Susanne Katherina Langer, filósofa estadounidense.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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